Nuestra bodega
En un tradicional caserón manchego de gruesos muros, con patios, naves de tinajas y cueva subterránea, se ubica esta centenaria bodega. Nuestros viñedos se encuentran, como es costumbre en la región de la meseta sur, en las proximidades del pueblo.
Nuestro terruño y viñedo
Los viñedos están a más de 700 metros de altitud, en suelos de margas calizas pobres, tan ideal para la viticultura, como el clima continental árido y soleado de mucho contraste estacional.
Las variedades principales son viejas cepas autóctonas de Cencibel (Tempranillo) en tinto y Airén en blanco. A las que desde hace años hemos incorporado otras variedades como Macabeo y Verdejo en blanco, que aportan finura y expresividad, junto a las tintas Syrah, Garnacha y Cabernet Sauvignon, que, tanto en varietales como en coupages, son complementarias y enriquecedoras.
Medio y cepas de las que obtenemos uvas muy sanas, concentradas en aromas y sabores, que nos permiten hacer vinos de forma natural. Vinos que expresan esta tierra y nuestra vocación artesana e innovadora.
Agricultura biológica y calendario lunar
En los años 80 fuimos la primera bodega de la región (Castilla-La Mancha) en cultivo y producción ecológica. Desde entonces siempre hemos aplicado conocimientos y experiencias en el desarrollo de un modelo propio respetuoso ambientalmente y sostenible ecológicamente. Aprovechamos los subproductos de bodega para la fertilización, procurando una producción circular con baja huella de carbono.
Eligiendo los días más favorables, según el Calendario Lunar, buscamos un metabolismo equilibrado y sosegado que evite el estrés en el viñedo, le dé rusticidad y capacidad para fijar mejor aromas y sabores en uvas y vinos.
Elaboración de nuestros vinos
Para asegurar el arraigo de los vinos a la Tierra, usamos las propias levaduras indígenas de las uvas y fermentamos en (18) grandes y tradicionales tinajas de barro del siglo XIX (con una capacidad de 5.000 l. c. u.).
Gracias al carácter noble del material, se desarrollan en el vino sensaciones de corporeidad y volumen y una amplia complejidad en aromas y sabores, suaves y amables. Nuestros vinos de tinaja tienen un perfil y tipicidad propio y diferenciado.
Vinos naturales, ecológicos y biodinámicos
Nuestro concepto de vinos naturales implica cultivo biológico y elaboración solo y exclusivamente de uva. Sin procesos de desnaturalización ni añadir sulfitos, levaduras u otras sustancias artificiales.
Hacemos una práctica enológica sencilla, pero cuidadosa y meticulosa, que da protagonismo al carácter directo y honesto de vino, sin tratamientos cosméticos ni «maquillaje». Los vinos «solo» expresan sensaciones de naturalidad.
Elaboración del vino en tinaja de barro
Los efectos de las tinajas en los vinos son múltiples, tanto por el material del que están hechas: arcillas con agua (barro) y posteriormente cocidas. Como por su forma.
Al ser un material inerte electrostáticamente, es capaz de conducir una fermentación respetuosa con las condiciones varietales, ennobleciendo el resultado con una extraordinaria complejidad. Tiene gran capacidad termoestable que facilita un proceso de fermentación pausada. Por su capilaridad y microoxigenación constante, consigue en los vinos tintos eliminar notas de verdor y astringencias conduciéndolos hacia sabores maduros de fruta, sin caracteres reductivos.
Finalmente, la forma ovoide de las tinajas, propicia procesos de intercambio y homogenización por la dinámica de fluidos.
Maduración en tinaja-amphora y barrica de roble
También los procesos de decantación y maduración se ven afectados por la arcilla y la forma de la tinaja.
La inercia electrostática del barro y la adherencia lateral facilitan la decantación de partículas en suspensión y a su vez permiten el proceso de removido de las lías más finas. La microoxigenación neutraliza el carácter reductor de las mismas. Se potencia el contenido y efecto de las manoproteínas presentes, que mejoran de estabilidad tartárica y de la materia colorante.
La maduración en tinaja amplia la sensación de volumen, disminuye la parte astringente y suaviza el amargor de los taninos, estabilizando la fracción aromática y mejorando notablemente la percepción de postgusto.
La maduración ampliada o “crianza” se realiza en el sosiego de la cueva, a nueve metros de profundidad, con temperatura estable entre 10 y 15ºC todo el año. Se hace de dos maneras: con el formato clásico en barrica de roble francés y americano, con estancias entre 9 y 12 meses, para equilibrar el carácter frutal con la aportación sostenida de los aromas y sabores del roble.
En otros vinos la realizamos exclusivamente en tinajas (11 tinajas de unos 3.000 l). Esta “crianza” en tinaja dura tres años y trasmite propiedades diferenciales de la realizada en barrica de roble. La más importante es el mantenimiento y respeto de las cualidades varietales que no se ven modificadas por la “invasión” de aromas y sabores de la madera, ya que el barro cocido no traspasa ningún componente.
Nuestros vinos “Amphora” retienen sus aromas primarios, a partir de los cuales forman otros compuestos propios y específicos que profundizan en la madurez y frutosidad.
Control y certificación
Todos nuestros vinos disponen de Certificado de Garantía “Vino Ecológico” según el reglamento europeo.
Viñas, bodega e instalaciones están dadas de alta y controladas por la asociación CAAE.
Esta garantía, así como el logotipo europeo de Vino Ecológico figuran en nuestras etiquetas. Los vinos están incluidos dentro de la indicación geográfica “TIERRA DE CASTILLA”.