Desde el mismo momento que abrimos una botella, hay que tener muy presente que el vino comienza perder sus propiedades. ¿Quién no le ha dado un trago al vino tras varios días en la nevera y ha pensado que está raro, que es diferente? ¿Cómo podemos garantizar que la experiencia de un vino recién abierto trascienda el momento de descorchar la botella? En las siguientes líneas vamos a dar un rodeo por las diferentes formas para preservar, incluso realzar las virtudes de un vino después de abrirlo.
El Impacto del oxígeno en la conservación del vino – Preservando el valor del vino
No podemos poner en duda el valor e importancia de la interacción del vino con el oxígeno. Si bien el oxígeno, en sus primeros encuentros con el vino nos parece un aliado, a largo plazo se convierte en un adversario sutil pero persistente.
El vino se ve inmerso en una constante lucha con el oxígeno desde el momento en que descorchamos la botella. Si bien esta interacción es crucial para intensificar los sabores y matices ocultos del vino, a medida que el tiempo avanza, el oxígeno desencadena un proceso de oxidación que amenaza con desdibujar la frescura y vitalidad del vino.
En este constante esfuerzo por mantener el equilibrio, cerrar la botella con su propio corcho es fundamental para ralentizar este inevitable proceso, permitiendo que cada botella de vino mantenga su frescura y carácter distintivo durante más tiempo una vez abierto.
A continuación, exploraremos este fascinante proceso, el baile entre vino y oxígeno. Continúa leyendo para descubrir la importancia de un buen corcho, y otros métodos de conservación del vino después de abierto.
Entendiendo el vino después de descorchar la botella
La ceremonia de descorchar libera la esencia cautiva en cada botella de vino, y nos enfrentamos a un enigma: ¿Cuánto aguantará el vino una vez ha sido descorchado? La respuesta es sencilla y a la vez endiabladamente compleja: depende del tipo de vino.
Los vinos blancos y rosados, frescos y vivaces, mantienen todo su sabor y matices durante aproximadamente 3 días. Por otro lado, los vinos tintos jóvenes, imbuidos de taninos y acidez, desafían con su impetuosidad el paso del tiempo hasta una semana, una ventana de tiempo algo más prolongada.
Sin embargo, la tenacidad de los vinos tintos maduros, al igual que sus hermanos más ligeros, blancos y rosados, sufre en demasía el paso del tiempo, manteniendo sus características durante tres días.
Estos plazos no sólo nos sirven como guía para planificar la apertura y consumo del vino, sino que también nos permiten aplicar distintas estrategias de conservación adicionales si prevemos que no se consumirá en el mismo día. También nos permitirán aplicar, en cada caso, distintas estrategias de conservación. Vamos a descubrir distintas oportunidades de conservación para mantener intacta su esencia, o incluso mejorarla propiciando una correcta evolución del vino.
Estrategias y herramientas para conservar el vino
La preservación del vino después de abrirlo es todo un arte en constante evolución, un campo granado para la innovación. En este capítulo de nuestra odisea enológica vamos a explorar tanto el almacenamiento como los accesorios especializados para tal fin.
El almacenamiento es el pilar fundamental. La posición vertical se revela como nuestro principal aliado para resguardar las propiedades del vino. Esto se debe a que, en posición vertical, la superficie de contacto con el aire se reduce al mínimo, siendo la primera barrera de defensa en la tarea de ralentizar la oxidación. La temperatura del frigorífico también es nuestra aliada, pues aletarga cualquier tipo de organismo que intente proliferar en el interior de la botella.
Otra práctica, cada vez más extendida, es verter el contenido de la botella en otra más pequeña, reduciendo, aún más, su exposición al oxígeno. Si bien esta medida no es la más efectiva ni innovadora, es la más sencilla y al alcance de todos en nuestros hogares.
No obstante, en el mundo de la conservación del vino encontramos una extensa oferta de accesorios innovadores. Desde tapones con bombas de vacío que extraen el aire de la botella hasta los sistemas Coravin, una increíble innovación que nos ha permitido extraer el vino sin quitar el corcho. Este último, en particular, se presenta como el método más efectivo donde podemos prolongar las virtudes del vino hasta tres meses.
Como hemos podido ver, existen múltiples formas de conservar el vino para consumirlo y disfrutarlo con todas sus características, si bien algunas son más elaboradas e innovadoras que otras, cada una tiene sus pros y contras. Y tú, ¿cómo conservas el vino en casa?