La Bodega de las Estrellas
Una bodega única en
Valdepeñas
La Bodega
Dionisio de Nova
Nuestros vinos son la expresión auténtica del terruño, ya que, además de encontrarnos en un enclave privilegiado por sus terrenos calizos y tierra arcillosa, cultivamos nuestras viñas con fertilizantes naturales y seguimos rigurosamente los principios de la agricultura ecológica.
Preservamos el carácter único de cada variedad al utilizar solamente las levaduras indígenas presentes de forma natural en la uva, respetando así los sabores auténticos y naturales del vino.
En nuestra bodega las gamas «DIONISOS, la excelencia del terruño» y «EGO Vinum, la esencia del vino», buscan transmitir la naturalidad y la honestidad en cada botella. Nuestros vinos son naturales y elaborados exclusivamente con uva y levadura autóctona, sin añadidos artificiales.
Nos enorgullece ser ‘viñadores independientes’, lo que nos mantiene al margen de denominaciones o posiciones sectoriales. Nuestro objetivo es producir vinos naturales y auténticos que reflejen nuestro compromiso con la tierra, los seres vivos y la sostenibilidad.
Nuestro compromiso de sostenibilidad se asienta en la práctica de la agricultura biológica, sin usar sistemas de producción que afecten a los seres vivos o al ecosistema.
Capaces de satisfacer tanto los valores nutricionales como los gustativos y placenteros.
Al utilizar el Calendario Lunar perseguimos recuperar una tradición, enriqueciéndola con los avances y descubrimientos más recientes lejos de supercherías y con un conocimiento científico aplicado de primer lugar.
Vinos hechos en tinajas de barro, cuyas propiedades: porosidad, estabilidad térmica y electroestática, formas orgánicas… Son las que tipifican nuestros vinos.
Reivindicamos la naturalidad del vino de Valdepeñas de la mano de un enfoque único
En nuestra bodega familiar nos dedicamos a la elaboración de vinos veganos totalmente naturales y ecológicos en los que para su elaboración utilizamos tan solo uvas de nuestros propios viñedos. El objetivo de La Bodega de las Estrellas es preservar sabores y métodos de elaboración milenarios para que cada sorbo sea un viaje a los orígenes del vino, convirtiendo así cada botella en un pedazo de historia viva.
Para ello elaboramos nuestros vinos en tinajas de barro, sin añadir sulfitos, integrando la sostenibilidad y calidad como elementos fundamentales.
La Bodega de las Estrellas se distingue por un enfoque único basado en los cuatro elementos: Aire, Agua, Fuego y Tierra. Estos elementos representan nuestra filosofía de elaboración y presentación de vinos, y son la esencia de nuestra conexión con la naturaleza.
Estos conceptos de Aire, Agua, Fuego y Tierra son la esencia de nuestros vinos, creando una experiencia auténtica y conectada con la naturaleza. Descubre cómo cada uno de nuestros vinos refleja la magia y el equilibrio de los cuatro elementos.
Cultivamos nuestras viñas en armonía con la tierra, siguiendo prácticas de agricultura ecológica y biológica. Guiamos nuestro trabajo en los viñedos y la bodega utilizando el Calendario Lunar, respetando los ciclos naturales del agua y las estrellas.
Elaboramos nuestros vinos de forma natural y sin aditivos, permitiendo que el fuego interno de las uvas y la fermentación de las levaduras autóctonas de las vides se expresen plenamente. Además, seleccionamos tinajas de barro para la crianza, permitiendo que la tierra infunda sus cualidades en cada botella.
Te invitamos a conocer la historia de Dionisio De Nova y la evolución de su bodega familiar en el corazón de Valdepeñas
Conoce nuestra historia, cómo trabajamos y nuestras motivaciones para producir vinos auténticos, cargados de dedicación y respeto a la naturaleza
Dionisio de Nova
La 5ª generación
Dionisos Agricultura Biológica SL
Vinos sólo de uva y al ritmo de la Luna
Un nuevo enfoque y nuestra actualidad
Descubre nuestro modelo de los 4 Elementos
Desarrollamos un modelo propio para explicar como hacemos los vinos y como se pueden explicar en base a Los 4 Elementos: Aire, Agua, Fuego y Tierra;
Es un concepto que todos recordamos y que está en la base del conocimiento de las Leyes Naturales.
Con ello tenemos una aproximación muy fácil e intuitiva a la cultura y conocimiento de los vinos.
Así conseguimos hacer que la Cata de Vinos sea muy fácil para todos.
Impalpable, su fluidez es horizontal al no ser alterado por la gravedad. Este afecto le otorga la capacidad de la sutileza.
Su capacidad para pasar de un estado a otro la hace imprescindible como «contenedor» de la vida. Su cualidad es el equilibrio.
Se manifiesta en la destrucción de lo viejo y lo gastado para facilitar la renovación. Su capacidad es la mutación.
Da forma y modela el esqueleto sobre el que se expande la vida. Su cualidad es estructural.
VIÑADORES INDEPENDIENTES
La Bodega de las Estrellas
Bodega familiar prefiloxérica
La familia de viñadores de la Bodega de las Estrellas alcanza ya cinco generaciones. Una vocación que arranca en Valdepeñas a mediados del siglo XIX cuando el viñedo se amplía en la región central de Castilla, consecuencia del fuerte desarrollo comercial por la llegada de la filoxera a Europa que va matando las viñas; mientras que aquí llega después y no es tan devastador, ya que los suelos de esta comarca, de carácter permeable crearon una resistencia a la plaga y al contrario que el resto de territorios españoles y europeos, no fue generalizada la replantación.
Premios e Historia
Los logros de las primeras generaciones se vieron recompensados con la Medalla de Plata en vinos blancos y tintos cosecha 1928, en el Concurso Nacional de Vinos de Exposición Internacional de Barcelona (1929).
En 1996 la quinta generación familiar con Dionisio y Karina al frente, se hacen cargo de la bodega y ante la tendencia productivista y desnaturalizadora en el sector, opta por evolucionar en la búsqueda de autenticidad y verdadera calidad, que se consolida con la Medalla de Oro en el Concurso Internacional de Vinos Ecológicos Biofach 2003 y el bonito pero difícil camino del viñador independiente con cultivo biológico de las viñas y elaboración natural de vinos.
Haber mantenido y utilizar el patrimonio de elaboración familiar, hace posible hoy una diferenciación en los vinos, ya que, siendo fieles a la tradición, nos hace originales, puesto que el resto de bodegas han derivado a modelos tecnológicos y de enología “creativa”.
Nos ubicamos en la región de Castilla La Mancha, conocida por tener las condiciones ideales para el cultivo de la vid. Nuestra bodega se encuentra en Valdepeñas, una ciudad con nombre de vino, donde aprovechamos al máximo el potencial de la tierra y el clima para producir vinos excepcionales.
Sin duda la motivación esencial parte del convencimiento de Dionisio de Nova pionero en España de Agricultura Ecológica y Biológica, con una dilatada experiencia en la promoción, formación y asesoramiento en los años 80 del siglo pasado, que consiguió que ya la 4ª generación familiar elaborara el primer vino ecológico de Castilla La Mancha en 1984.
Desde sus estudios en Ingeniería Agrícola en Barcelona, Dionisio inicia con otros compañeros el primer grupo en España de este movimiento alternativo.
Nos definimos como Viñador independiente: Expresión que sintetiza nuestros propósitos: viñador, del término francés ’vigneron’, integra a la persona que cultiva sus viñas y con ellas elabora su vino. El adjetivo independiente se debe a la libertad y facilidad que ofrece a nuestro trabajo estar al margen de D.O. o estructuras corporativas.
Compromiso con la Tierra y las personas
Nuestro compromiso es no utilizar sistemas o productos que afecten a los seres vivos, contaminen el medio y/o limiten la biodiversidad. También lo es realizar prácticas que aseguren la eficiencia, sostenibilidad y calidad natural en nuestros vinos.
La agricultura ecológica y biológica ha sido desde siempre nuestro compromiso con la Tierra y la calidad de sus frutos. Nuestra aportación a la evolución del modelo biológico, ha sido la implementación del Calendario Lunar en las labores del cultivo del viñedo y elaboración del vino. Y el desarrollo de nuevas formas y criterios de elaborar vinos, donde la naturalidad sea la meta.
Nuestro compromiso con el consumidor se concreta en 2015 con la edición y promoción del: “Manifiesto en defensa de la Cultura del Vino y su etiquetado” a través del cual pretendemos clarificar el etiquetado de los vinos, incorporando de forma obligatoria la lista de ingredientes.
Las viñas y el cultivo biológico
Estamos al borde de la gran llanura sur de la meseta castellana: 200km al sur de Madrid.
Los suelos de la comarca de suaves ondulaciones sedimentarias constituidas por margas calcáreas, son de gran drenaje y tienen en verano una gran reverberación por sus afloramientos calizos, que facilitan una gran capacidad de maduración.
Los viñedos están situados en unos 680m. de altitud (en la proximidad de Valdepeñas). Se trata de un área de clima Continental-Mediterráneo de escasa pluviometría, que favorece un viñedo sano y sin enfermedades de hongos.
En vegetación, los viñedos disfrutan de días soleados que facilitan la madurez y concentración, seguidos de noches frías que fijan aromas de extraordinaria finura y complejidad.
La finca “El Conuco” es una gran planicie. Las variedades más antiguas son, la blanca Airén y al tinta Tempranillo (aquí llamada Cencibel), que es sin duda una de las mejores variedades españolas y que en estas tierras, ofrece vinos aromáticos, complejos y aptos para vinos jóvenes, con crianza en ánfora o barrica. En 1995 se plantó Cabernet Sauvignon; y en 2000 fue Syrah, cuyos frutos producen un extraordinario enriquecimiento de sensaciones mediterráneas a los vinos. En 2007, Garnacha y Verdejo.
Otra finca en el paraje “El Corcobillo”. Orientada al norte en terrenos de pendiente, arcillosos con cuarcitas, llamados “rubiales” por su fuerte color rojo debido a los óxidos de hierro. Suelos fuertes, que mantienen las más viejas viñas de Cencibel de más de 80 años, con escasas producciones, de 1 a 2kg por cepa; viejas cepas de troncos retorcidos con un gran almacén de reservas y uvas de mucho extracto.
Estas viñas están plantadas y conducidas en cepa baja en “vaso”, con el fin de respetar la magnífica adaptación que consiguieron generaciones de agricultores en este clima seco y riguroso. Vendimiados a mano con selección de uva en el campo.
La agricultura ecológica
Criar las viñas con fertilizantes naturales (compost elaborados con parte de nuestros mismos residuos de elaboración y el complemento de estiércoles ovinos) hace que no solo su producción sea equilibrada y de alto contenido en aromas y sabores, sino que además tenga una magnífica capacidad de vigor y rusticidad.
Viñas sanas a las que, con sustancias naturales, azufre y poco más, somos capaces de proteger eficazmente, premiándonos con magníficos frutos.
Estamos en un territorio propicio a buenas maduraciones, capaces de ofrecer tal complejidad de aromas y sabores naturales que hacen palidecer las levaduras industriales y los maquillajes sintéticos o tecnológicos.
Nuestro principal esfuerzo técnico se centra en propiciar esta maduración, equilibrando la de la pulpa con la de la piel o las semillas. Confluyen aquí todos los trabajos, desde la poda y fertilización, al riego de mantenimiento o la poda en verde.
Agricultura con los ciclos y ritmos cósmicos
Desde hace 20 años exploramos las vinculaciones entre el ciclo vegetativo de las viñas, su metabolismo y los ritmos que el Sol, la Luna y estrellas le imprimen.
Recuperamos la tradición e incorporamos nuevos conocimientos y experimentaciones, para en base al Calendario Lunar y varios ciclos lunares, elegir los mejores días para los distintos trabajos en la agricultura, cuya finalidad básica es evitar el estrés de los trabajos en el viñedo, fomentando un metabolismo sosegado que ayude a desarrollar plantas sanas y vigorosas, integradas en el territorio y su climatología.
Todos los años hacemos un calendario propio, implementando los ciclos lunares esenciales.
La Bodega y la elaboración natural
La Bodega de las Estrellas está ubicada en una casa solariega que forma un conjunto de vivienda y bodega, según el modelo más tradicional de la región. Esta cultura centenaria y la magnífica forma de construcción dotan al conjunto de unas capacidades extraordinarias para hacer vinos distintos a los habituales: vinos naturales.
Hechos solo de uva, sin aditivos, sin tecnologías de desnaturalización, sin maquillajes para hacerlos «llamativos», que no buenos.
En nuestros vinos sus colores, aromas, sabores y texturas proceden solo y exclusivamente de las uvas. Son «Vinos de la Tierra» de viñadores Independientes.
La uva se recibe fresca, es vendimiada a mano de noche y madrugada, en el momento óptimo de madurez de las distintas variedades para asegurarnos la presencia de precursores de aromas y sabores y se procesan con rapidez desde los viñedos.
Empleamos las levaduras propias del pago donde se crían las uvas, sin adición de levaduras seleccionadas o foráneas, para reforzar y asegurar su auténtico sabor.
Fermentamos en antiguas tinajas de barro, que aporta a los vinos complejidad, suavidad y amabilidad.
Afinamos los vinos por decantación. En resumen nuestro trabajo lo basamos en la menor intervención posible, sin el empleo de sulfitos u otros aditivos.